viernes, 1 de noviembre de 2013

Guía impractica: Cómo sobrevivir una fiesta de hueva



¿Y qué si acabo de regresar de una? La verdad es que uno siempre piensa que pierde el tiempo, pero cuando vas a una fiesta y no haces nada relevante, es como regalar tu alma al diablo. Tengo mi anécdota, y no se trata de quién esta, no de cómo está el ambiente, se trata de cuando vas solo y ya.

Bien, sí. Acabas de decidirte por ir a una fiesta solo porque tus amigos no quieren. Ok, sí. Piensas encontrarte con alguien conocido por ahí. Muy bien, ¿y luego?. Te la pasas haciendo expectativas de un momento épico que no va a pasar. Créeme. La vida es tan tonta cuando no te haces casó a ti mismo. ¿Cómo rayos vas solo y sin ganas a una fiesta? Si lo segundo se cumpliera, con todo el honor del Valhalla diría YOLO, pero como no, ha sido decisión de profetas, habías de estar ahí.

Sí, te encuentras gente. Pero el hecho de hacerlo te hace víctima, ellos te tienen que soportar porque no tienes a donde ir, no hay quién sea tu verdadero acompañante, por lo que esperan que pronto te cambies de grupito. Y así pasa, nadie satisface tu deseo de destrucción. Esa expectativa de ser el más visto y el más causal de desastres. No. Es tu momento de gloria en el que no eres nadie. Ojalá y ya fueses al menos víctima de una pelea, pero siendo tan impopular, ni lo nerdos te pelan. 

Y así, cerveza tras cerveza. Creyendo que algo será diferente. Y no le cuentes a la gente, o te verás como otro ebrio frustrado. Simplemente bebe y platica como si siempre bebieras. Las personas igual no te ven, sólo eres un reflejo del montón. Que puta vida el salir a tomar, y ni un ligue cautivar. Neta que es la excusa de hombre más triste y agonizante. No poder decir un hola. 

Y cuidado con la melancolía sigilosa, que te presenta a esas candidatas perdidas. Y que no te cache ebrio, porque sus aromas te serán venenos. Esas mujeres que pudieron ser tuyas, y en tu estupidez renunciaste. Es entonces cuando recuerdas, por qué no pretendías asistir. 

La guía entonces hoy es: no asistas a una fiesta si no vas a YOLEAR, es un terror, un infierno y un aburrimiento que se parece al cielo. Y NUNCA VAYAS SOLO.

1 comentario:

  1. Jajaja bueno, creo que anécdotas de fiestas pfff todos tenemos, unas mejores que otras pero bueno, ya me imagino tu pesar.

    ResponderEliminar

¡Tú! Invitado estás a comentar.