No aquel de amores físicos,
si no aquel de amor joven.
Que le gusta soñar actuando,
como si el mundo fuese pequeño
Que con los años se pierde,
que la vejez nubla, vislumbra;
gusta de ver perfección,
apetece de todo infinito
Es el ideal cambiante.
La pizca de rosa vida.
Prefiere ilusiones, sueños;
lugares remotos, de fantasía
Mirada de inocencia negligente,
que trata de saber caminado;
cree lo que apenas piensa,
idealiza la fe de su razón
Sucumbido a caer en depresión
cuando las verdades nazcan,
Y las sociedades hablen por sí:
voltear a la mediocridad, de nuevo
Romance que impulsa levantarse,
volver a enamorar el arte;
la vivencia de creer, sin fin,
como la adolescencia más pura
Actuar en convicción, en libertad.
Contra la guerra, con ella.
Cortejar la misteriosa realidad,
y besar la conclusión, la paz real.
Carlos Rabía 2012
Inspirado del libro "El Hombre Mediocre" de José Ingenieros, esta obra poética representa la atracción que tiene el ser sobre su propio ideal; y no es de aquellos sino los enamorados, que persiguen y continúan con su cortejo hasta lograr salir de la mediocridad.
Inspirado del libro "El Hombre Mediocre" de José Ingenieros, esta obra poética representa la atracción que tiene el ser sobre su propio ideal; y no es de aquellos sino los enamorados, que persiguen y continúan con su cortejo hasta lograr salir de la mediocridad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Tú! Invitado estás a comentar.