domingo, 31 de mayo de 2015
Guía Impráctica: Cambiar de ciudad
Uno no se conoce hasta que se va, y sino hasta que regresa. Y es por ello, que invito a los hombres sin aventura a salir de su hogar y cambiar de ciudad. Por el mero hecho de llenar las venas de otro ambiente, y dejar caer el pecho a un suelo más duro. Eso es mudar de piel.
¿Cómo se empieza?
Sinceramente, el primer paso es sólo irte. Los miedos siempre estarán presentes. Seguramente ya pensaste en dinero, en casa y personas cercanas. Bien, ese es el gran error. Nada de eso se debe interponer en tu viaje sin sentido. A donde sea que llegues hay trabajo, hay personas y hay camas. Pero entiendo, tu mente no está abierta para aceptar alguna cama desconocida ni un trabajo cualquiera. NO seas PINCHE mamón. Ese es el primer paso.
Ya estoy aquí
De aquí en adelante serás un caos por al menos 3 meses. De nada.
La verdad es que nuestro cuerpo humano es muy estúpido, y cuando tiene cambios muy radicales lo primero que cree es que está en peligro. Con ello empieza a bombear adrenalina como si un volcán estuviese en tu cama. Síntomas comunes: mal dormir, depresión, inmensas ganas de regresar, llantos opcionales y bipolaridad espontánea. Bien pinches bonito.
Pero no es el sufrir de esos tres meses lo más placentero, lo es todo lo que tu mente puede percibir en esos días. Por raro que suene, los sentidos son más agudos en esos momentos, y te percatas de cosas que nunca pensaste. Dado que todo es distinto, te das la tarea de ver los detalles.
Inner me
Te escuchas, te ves, te conoces. Sale a relucir lo más mierda de ti, que al mismo tiempo te enseña a desmenuzar tu mente. La resistencia a esa locura "sin motivo" poco a poco te hace alguien más. Un tú menos estúpido a la vida. Sin importar el lugar que elijas, los verdaderos gustos, y las verdaderas intenciones de tu alma son más claras. Dado que nadie está dando guía a tus valores, es el momento de definir quién eres, sin la ayuda directa de nadie.
La pendejez te acompañará en buenos ratos. Y mucho dependerá de las personas con las que convivas. Aquellas darán un poco el toque de tus pensamientos y actividades. Así que elige bien.
Abortar misión
Se vale volver, y se vale cambiar. Pero la recomendación es estar lo suficiente como para tomar el agua del lugar y estar tranquilo con tu ser. Claro que si estás en medio de una guerra, todo vale verga, te puedes largar.
Yo aquí siendo wey un año, veamos qué pasa. Cambiaré lo que necesite pero no seré un marica, lo afrontaré. Y me despido de ustedes con unos zapatos bien boleados, y un sombrero de mil viajes más.
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